El Ministerio de Sanidad y Consumo sitúa a la leche en la pirámide nutricional en la Guía para las familias. Alimentación Saludable. Y lo hace porqué es un alimento indispensable en la dieta de adulos y niños. Sin embargo, hace un tiempo han surgido algunas controversias acerca del líquido blanco.
El Ministerio de Sanidad y Consumo sitúa a la leche en la pirámide nutricional en la Guía para las familias. Alimentación Saludable. Y lo hace porqué es un alimento indispensable en la dieta de adulos y niños. Sin embargo, hace un tiempo han surgido algunas controversias acerca del líquido blanco.
Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición y catedrático del departamento de Bioquímica y Biología Molecular II de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, lo explica así: “Esta mala fama se debe a una serie de informes no científicos que aparecen regularmente en los medios de comunicación, redes sociales y corrillos pseudocientíficos que difunden falsos mitos sobre este alimento”. Pero estos argumentos tienen poco fundamento. La Fundación Española de Nutrición (FEN) y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (Finut) han publicado un informe llamando la atención sobre el peligro que la ausencia de leche puede suponer sobre el organismo.
Vamos a desmontar algunos mitos con la ayuda de Gil y de literatura científica actualizada.
2. “La leche es un alimento procesado que pierde sus propiedades”
En una central lechera se lleva a cabo el calentamiento de la leche para eliminar las bacterias y así favorecer su conservación y consumo de forma segura y durante un período más largo de tiempo.
3. “Debería consumirse sólo en la niñez”
Uno de los argumentos que más habrá escuchado sobre la leche, es que es un alimento que sólo ha de consumirse en la infancia, pues el ser humano no está hecho para tomarla. La leche es sin embargo un alimento completo, apto para consumirse en todas las etapas de la vida. Contiene todos los nutrientes, todos los aminoácidos. Aporta proteínas de alto valor biológico e hidratos de carbono, fundamentalmente en forma de lactosa. También es importante por su misión energética –grasa- y por su aportación de minerales como el calcio, fósforo, zinc, sodio y potasio que participan en la estructura ósea y en la de los dientes. Así como vitaminas del complejo B, y vitaminas A y D.
4. “El hombre es el único mamífero que consume leche tras el destete”
El ser humano consume leche de otras especies de mamíferos para alimentarse como tal o mediante la elaboración de productos lácteos. “Hace más de 10.000 años fuimos capaces de domesticar mamíferos e incorporar la leche en la dieta” y aprovechar sus nutrientes.
5. “La leche sin lactosa es mejor”
Esta afirmación es cierta pero sólo en personas con intolerancia a la lactosa. Para quienes toleren este azúcar de forma natural no hay necesidad de cambiar este hábito de consumo.
En España, el grupo de quienes sufren intolerancia representa un tercio de la población, por encima de otros países, y la razón es que las poblaciones cuyos antepasados se dedicaron al pastoreo han desarrollado una intolerancia mayor al azúcar de la leche.
6. “Las bebidas vegetales son una alternativa nutricionalmente mejor”
En los últimos años ha proliferado la idea de que las bebidas vegetales –como la de soja, almendra, avena, coco…- deberían sustituir a la leche de vaca en la dieta. En ningún caso, las bebidas vegetales son nutricionalmente equivalentes a la leche, ni se pueden considerar como sustitutas de la misma.
7. “La leche sube el colesterol”
La grasa de la leche aporta cierta cantidad de colesterol, pero no está demostrado científicamente que el consumo de leche se relacione con un aumento del colesterol. Por otra parte, se sabe que a diferencia de las grsas trans artificiales, las grasas trans naturales como las que contienen los lácteos no perjudican la salud ni elevan el riesgo cardiovascular.
8. “Contiene antibióticos”
Está prohibido por ley que la leche tenga antibióticos. Administrárselo a los animales para fomentar su crecimiento también lo está -en la UE desde 2006-, salvo en situaciones puntuales y exclusivamente con fines terapéuticos.
9. “Produce alergias e intolerancias”
No es lo mismo alergia que intolerancia. La alergia es una reacción a la proteína de la leche de vaca que afecta a un mínimo de la población española, normalmente por debajo del 1%. Suele ser transitoria y existen alternativas como son la leche hidrolizada.
Las intolerancias, sin embargo son referidas a la intolerancia a la lactosa (30% de la población española). Y como señala el informe publicado por la FEN y la FINUT, la leche como vehículo de salud para la población, actualmente se dispone gracias a la I+D+I de la industria láctea de leches de consumo con bajo contenido o sin lactosa, obtenidas por hidrolisis enzimática de la misma, dirigidas a la alimentación de las personas con malabsorción de la lactosa, de modo que no tengan que renunciar a los micronutrientes que les aporta la leche de vaca.
10. “Puedo mantener mi consumo de calcio sin consumir leche”
Podría, pero con matices, comenta Angel Gil : “El calcio es fundamental es la dieta y es imposible cubrir los requerimientos de calcio sin tomar leche u otros lácteos, como el queso, el yogur o el kéfir”. Esto teniendo en cuenta que los productos lácteos son la mejor fuente dietética por el contenido y la biodisponibilidad de calcio que proporcionan y porque proporcionan otras ventajas, como el aporte significativo de otros nutrientes, proponiendo así una mejora proporcional de la dieta.
11. “Contiene azúcar”
Es cierto. Pero se trata de azúcar natural, no añadido, que se presenta en forma de lactosa, desempeña funciones muy relevantes en nuestro organismo y se metaboliza de forma diferente al azúcar común (sacarosa).
12. “La leche engorda”
No es verdad. Por una parte hay que tener en cuenta que la grasa de la leche es el vehículo óptimo de transporte de sustancias liposolubles como las vitaminas A, D,E ,K, por lo que la cantidad de vitaminas liposolubles que contiene el producto está directamente relacionada con la cantidad de grasa. Por otra parte, podemos decir que la leche entera contiene un 3,5% de grasa, mientras que la semidesnatada se encuentra en un 1,8% y la desnatada en un 0,5% . De tal forma que puede decirse que la leche es un alimento que aporta gran cantidad de nutrientes con un balo valor calórico.