Cuando hablamos de lo que influye en nuestro peso son múltiples factores los que hemos de tener en cuenta. En un principio podemos pensar que la ingesta energética es lo que más influencia tiene, sin embargo hay muchos más agentes implicados qe están presentes en nuestro día a día como pueden ser cuánto nos movemos durante una jornada, si hemos dormido bien o el nivel de estrés al que estemos sometidos. Pero también claro tenemos que tener en cuenta la "mecánica" de nuestro cuerpo.
Uno de los factores que más influye en nuestra relación con la comida es el apetito y uno de sus reguladores es el apetito, la cual es una de las pocas hormonas capaz de estimular la sensación de hambre.
¿Qué hace la grelina en nuestro cuerpo?
Aparte de estimular el apetito esta hormona interviene en el metabolismo de los glúcidos y de los lípidos, de tal forma que reduce la secreción de insulina y estimula la producción de glucosa en el hígado, aumenta el cúmulo de lípidos, rebaja el gasto energético pero regula de forma positiva el metabolismo óseo e interviene en la prevención de la atrofia muscular.
En el caso de tener concentraciones muy elevadas de esta hormona (algunas enfermedades) o que después de comer no se reduzcan los niveles hace que una persona tenga mayorr sensación de hambre y poca saciedad. Si ocurre esto esta persona tiene menos capacidad para reducir su ingesta y con ello cuanta con maor riesgo de sufrir obesidad. Después de la pérdida de peso se ha visto que se produce un aumento en la concentración de esta hormona como resultado de la recuperación ponderal.
Cómo regular los niveles de grelina
El control de los niveles de grelina posee el enfoque plénamente médico que sería el tratamiennto quirúrgico, reduciendo el número de células productoras de esta horrmona en el estómago pero si hablamos de aquello que está de nuestro mano, podemos citar varias claves, entre ellas:
- Evitar ayunos prolongados: ya que esto ayuda a regular loss niveles de grelina.
- Evitar las "dietas milagro": Esta dieta generan cambios hormonales a corto plazo ya que se lleva a cabo una restricción calórica importante, de tal forma que se produce un aumento en la concentración de esta hormona generándose un aumento del apetito al mismo tiempo que una disminución del metabolismo con el objetiivo de ahorrar energía.
- Dormir adecuadamente: Un descanso insuficiente puede interferir con la señales de hambre y saciedad generando más apetito al aumentar las concentraciones de grelina.
- Disminuir el consumo de alcohol: El alcohol también influye en la alteración del equilibrio de la grelina al margen de aportar calorías vacías.
- La importancia del ejercicio físico: El ejercicio físico incorrporado en una rutina puede ayudar a disminuir los niveles de grelina y a aumentar la producción de leptina.
- Incorporar almidón resistente: Añadir almidón resistente presente en alimentos como el plátano macho, la patata, la batata, la yuca, arroz de grano largo, avena o legumbres en el desayuno puede hacer que mejore la respuesta insulínica y la saciedad en la siguiente comida.
- Disminuir la ingesta de edulcorantes: Tanto los edulcorantes como la sacarosa, fuctosa y jarabe de maiz inhiben los recpetores de leptina y aumentan los de grelina de tal modo que será complicado controlar la ingesta de comida.