Como bien sabemos, el pan es una alimento que ha de formar parte de nuestra alimentación diaria, si bien existen falsos mitos que nos hacen creer que uno es mejor que otro.
Conozcamos un poco mejor las diferencias que existen entre ellos.
El pan integral se asocia de manera frecuente a dieta hipocalóricas, por lo que se piensa que engorda menos y que con ello nos ayuda a adelgazar. Mientras que el pan blanco es la versión más común que quede relegada a causa de este falso mito que ha de ser desmentido.
Para ello hemos de explicar que el pan blanco puede ser utilizado siempre que se quiera perder peso, ya que en su composición encontramos harina, agua, levadura y sal, mientras que el pan integral se elabora con una harina sin refinar que resulta ser más dura, para lo cual necesita la adicción de grasas para lograr una buena panificación.
En segundo lugar el pan integral conserva muchos más nutrientes, ya que el grano de trigo o de cereal se conserva más entero.
Por ello es conveniente explicar que el pan integral no engorda menos ni ocasiona más perdida de peso en sustitución del pan blanco.
La diferencia básica es que el pan integral requiere una mayor masticación al contener más cantidad de fibra y con ellos contribuye a un mayor nivel de saciedad, de ahí su relación en la utilización de dietas hipocalóricas. Sin embargo las calorías son similares a las del pan blanco. (Siendo su aporte de grasas levemente superior).
Mientras que cuendo ingerimos pan blanco, al contener harina refinadas, nuestro organismo interpreta que estamos ingiriendo hidratos de carbono de fácil digestión, con lo que nuestra glucemia e insulina aumentan rápidamente.
En conclusión, incorporar alimentos integrales (pan, pasta o cereales) a tu alimentación, siempre asegurándote de que están elaborados con harinas integrales en su etiqueta, mejorará tu salud.