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La mejor prueba para el diagnóstico es el test de hidrógeno y metano espirado
Su mala absorción se debe a la ausencia de lactasa, la enzima presente en el intestino delgado que nos ayuda a digerir la lactosa.
Solicitar informaciónPuede tratarse de una mala absorción producida o secundaria a otra causa o enfermedad como celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal como el Crohn o la colitis ulcerosa, un sobrecrecimiento bacteriano, Helicobacter pylori, parásitos etc.
Solicitar informaciónLos polioles se digieren y absorben parcialmente en el intestino delgado, el resto alcanza el intestino grueso, donde las bacterias lo fermentan.
Solicitar informaciónMACARENA BUSTAMANTE
Nutricionista || Huelva
¿ Cómo se diagnostican las intolerancias?
Los gases que se producen en el intestino a través del proceso de fermentación se eliminan en forma de eructos y flatulencias, pero una parte atravesará la mucosa intestinal, pasará a la sangre y llegará a los pulmones, desde donde será expulsada a través del aire que espiramos, por lo que el diagnóstico de estas intolerancias se hace a través de los test de aire espirado.
De momento la biopsia intestinal y el estudio genético no tienen utilidad en el diagnóstico de esta mala absorción. Hay profesionales que prefieren evaluar la malabsorción conjunta de fructosa y sorbitol, en vez de hacerlo por separado. Esto es útil en pacientes con síndrome de intestino irritable, porqué no suelen mostrar diferencias clínicas entre ambos grupos cuando se consumen por separado.
El test de aire espirado consiste en tomar un sustrato (lactosa, fructosa, sorbitol, lactulosa o lactitol) y en intervalos de 15 minutos, ir registrando los valores de aire espirado junto con la sintomatología, durante al menos 180 minutos. Es importante que te midan la prueba a dos gases, hidrógeno y metano, de lo contrario solo te habrás hecho el 50% de la prueba y obtendrás la mitad de la información.
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